Aunque para la mayoría de las personas, el comienzo del año es el momento de repasar su vida y hacer nuevos planes (o en muchos casos, los mismos planes de siempre, pero con la intención de que esta vez sea diferente y sí se lleven a cabo). Para mí, la llegada de Septiembre y el comienzo del curso escolar es el momento de replantearme lo que he hecho el pasado curso y lo que voy, o debería hacer, el próximo.
En Año Nuevo, para mí resulta imposible pararme a reflexionar sobre el año que finaliza... hay demasiado ajetreo; sin embargo, durante las vacaciones de verano, suelo encontrar algún momento de calma interior para hacer repaso.
Quizá este hecho, unido a lo mucho que me gusta el otoño, sea el responsable de que la vuelta de vacaciones no sea algo traumático, sino que venga acompañada de ganas de empezar nuevos proyectos... o los mismos proyectos de siempre, pero con ganas renovadas.
También en verano le damos al coco, sobre nuevas ideas para hacer brochecitos y aquí os dejamos una muestra de lo último que hemos hecho. Unas gallinitas, que aunque llevaban tiempo en "el cuaderno de las ideas" no terminaban de convencernos del todo y hemos aprovechado estos días para darles el toque final.
Pues nada, ahora os dejo que tengo que ir a apuntarme al gimnasio y ponerme a estudiar inglés... ¡¡¡de este año no pasa!!!
P.D.- Y si eres de l@s que sufre depresión post-vacacional, mi consejo es que durante las vacaciones busques una actividad que te guste y cuando vuelvas la pongas en práctica. Verás como la vuelta a la rutina se hace más llevadera (yo este curso he decidido aprender a trabajar la arcilla polimérica, ya veremos qué tal se me da).
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